La decisión de Sabas Chahuán de apuntar hacia los aportes de campaña recibidos y gestionados por el PS Fulvio Rossi fue percibida transversalmente entre los senadores como una señal de que las investigaciones por financiamiento irregular están lejos de cerrarse. El ambiente es tenso en la Cámara Alta, en la antesala de decisiones clave, como la elección, precisamente, del próximo fiscal nacional.
La tarde del martes, mientras se discutía el proyecto que aumenta el subsidio estatal al sistema del transporte público de pasajeros, la sala del Senado se encontraba con menos de un tercio de sus integrantes sentados en sus puestos. La votación debió ser postergada, y a la salida, el senador Andrés Allamand (RN) comentó que si el comportamiento de algunos senadores oficialistas continuaba así, le propinarían un duro golpe al gobierno al no aprobar nuevos recursos para el Transantiago.
El ambiente del Senado es tenso. Los senadores ya no transitan por los pasillos como antes y a la hora de enfrentar a la prensa lo hacen con cierta desconfianza. Pasan tiempo encerrados en sus oficinas y, exceptuando los momentos de votación, sus escaños están vacíos la mayor parte del tiempo. Si no están parados conversando con otros senadores, se reúnen en una sala contigua a la sala de la Cámara Alta —que se ha convertido en una especie de confesionario— o vuelven a sus oficinas, a sus bancadas.
Ocho integrantes están siendo directa e indirectamente investigados, la mayoría de ellos por financiamiento ilegal de la política.
Por ello, asesores parlamentarios, periodistas, secretarias y quienes han trabajado durante las últimas décadas en el Senado, coinciden en que la Cámara Alta vive hoy su momento más complejo desde su apertura en 1990, tras la recuperación de la democracia.
“El ambiente está tóxico, hay mucho nervio, la tensión está en el aire, hay una energía muy negativa, hay una nube negra encima y cuando ves que hay tantos senadores, casi un tercio del Senado que está tocado por estos temas, es complejo”, afirma la senadora Lily Pérez (Amplitud), quien advierte que no existe una “voluntad política” por parte de sus pares para acelerar la aprobación de los proyectos propuestos por la Comisión Engel.
En esta línea, el domingo pasado, en Tolerancia Cero, el diputado Pepe Auth (PPD) hizo un enérgico llamado a los partidos a no presentar a una relección a ningún parlamentario que hoy esté siendo investigado por la justicia. “Quiero emplazar a todos los partidos a hacer un gesto radical y anunciar que no llevarán a la reelección a ningún dirigente o representante popular que sea sancionado, aun cuando la sanción legal no signifique inhabilidad legal. Yo creo que ese es el punto cero”, dijo Auth, quien durante esa semana intentó buscar respaldo a su propuesta entre sus pares.