Durante las últimas semanas, conductores de Uber han denunciado que están siendo víctimas de ataques por parte de taxistas convencionales, quienes se organizarían para hacerles «encerronas» cuando los identifican viajando en autos ejecutivos, con pasajeros ubicados en los asientos traseros.

Sin ir más lejos, Claudio, quien trabaja hace más de siete años en una empresa de radiotaxi, señala que tanto él como sus compañeros están siendo amedrentados por taxis básicos, ya que en el caso de este conductor, él maneja una Chevrolet Orlando, sin patente naranja, pero con un permiso otorgado por el Ministerio de Transportes para trasladar a empleados de empresas, pero eso sus colegas de techo amarillo no lo saben.

«Conversamos en la mañana con otros compañeros y andamos asustados, porque estos gallos llegan y tiran el auto, entonces te dicen, «andas como pirata, déjate de quitarnos el trabajo»», cuenta apesadumbrado. Actos como estos fueron condenados ayer por el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, quien en semanas anteriores ha tildado como «piratas» los servicios entregados por Uber.

«Estoy en desacuerdo con cualquier agresión. Nuestro llamado es a que los taxistas no pueden tomar la ley en sus manos (…) también estamos contra las protestas que estorban la ciudad y las vías públicas», señaló el ministro, quien aclaró que el Gobierno no está en contra de innovaciones -como las aplicaciones que ofrecen taxis a la puerta de la casa-, pero que sí está en contra de quienes conducen autos de pasajeros sin licencia profesional ni con seguros que protejan al usuario.

El ministro no solo criticó nuevamente los servicios prestados por Uber. También aprovechó de anunciar que se endurecerán las sanciones para taxis básicos que sean sorprendidos con el taxímetro adulterado o que sean denunciados haciendo el «cambiazo», práctica que consiste en cambiar un billete verdadero por uno falso, para cobrar dos veces.

«Estamos pensando en normas que nos permitan fortalecer la fiscalización, como por ejemplo, la posibilidad de perder un cupo (como taxi) si se detecta alguna infracción grave de parte del taxista, así queremos que los taxis mejoren su calidad de servicio y promover las tecnologías», señaló Gómez-Lobo.

Sobre las aplicaciones tecnológicas como EasyTaxi o SaferTaxi -que Gómez-Lobo incluso ha promovido en sus redes sociales-, el presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile, Luis Reyes, planteó sus reparos. «Yo le diría al ministro que yo me ofrezco para hacerle las carreras. Yo no tengo aplicación. Las aplicaciones descuentan lo que ellos estiman por carrera», cuestionó Reyes.

Gómez-Lobo, en tanto, señaló que los taxistas tienen que innovar, «estamos por las aplicaciones, vamos a respaldarlas si benefician a los usuarios y los taxistas deben modernizarse».

Sanciones
Hoy, un taxista sorprendido con el taxímetro adulterado se expone a una multa de entre 1 a 1,5 UTM.

«Estamos pensando en normas que permitan fortalecer la fiscalización, como por ejemplo, la posibilidad de perder un cupo si se detecta una infracción grave de parte de un taxista».
ANDRÉS GÓMEZ-LOBO,
ministro de Transportes

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