Nueva Constitución, ¿Para qué?

En la noche del 13 de octubre del 2015, la presidenta Bachelet anunció un cronograma para llegar a una nueva Constitución. Una Constitución nacida en democracia, que no contenga aquellos amarres que dejó Pinochet.

Felipe Kast, diputado EVOPOLI, ha dicho que esto es una mala noticia para Chile. Otros parlamentarios de derecha opinan que esto no solucionará los problemas de los ciudadanos. Bueno, como documento en sí no. Pero sí fortalecerá nuestra democracia. ¿Por qué? Aquí voy a tratar de explicarlo.

nueva constitución para qué

El origen de la actual Constitución, a pesar de las reformas de 2005, nació en dictadura. Fue redactada principalmente por Jaime Guzmán, fundador de la UDI. Y fue pensada para que en democracia se pudiese realizar pequeños cambios, pero no grandes transformaciones. Esto se refleja en las exigencias de quórums calificados que se exigen: 2/3, 3/5, etc. No siempre es la mayoría simple la que decide. Es más, los parlamentarios UDI han utilizado una y otra vez al Tribunal Constitucional para frenar cambios transformadores. De hecho, el régimen fuertemente presidencialista estaba pensado en que sería Pinochet quien seguiría gobernando después de 1988.

Como ejemplos hay muchos. Por ejemplo, la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de Educación) fue promulgada por Pinochet el 10 de marzo de 1990, el día anterior al cambio de mando. Para cambiar esta ley, se requerían un quórum calificado de los parlamentarios en ejercicio. Así, para lograr aprobar la LGE (Ley General de Educación), la mayoría debió ceder en muchos puntos y la ley quedó sin el espíritu transformador que requería. Es decir, hay que lograr la aprobación de los que se oponen al cambio. Esto no es democrático.

La ley de inclusión, fue aprobada por un gran número de votos. Sin embargo parlamentarios de la UDI recurrieron al Tribunal constitucional para que no se aprobara. Si hubiese tenido éxito, la minoría hubiese bloqueado a la mayoría. ¿Eso es justo? No.

Y las amenazas con recurrir al TC siguen para el resto de las reformas por parte de la UDI: La reforma laboral, la gratuidad, etc. ¿Por qué? Porque ellos mismos crearon esta constitución que les conviene. Que ni siquiera garantiza el acceso al agua. Este es un derecho básico y sin embargo, con los derechos de aguas, priva a muchos el legítimo acceso al agua. Les preocupa el derecho a la propiedad. ¿Es que acaso estamos en un país en que no se respetará la propiedad privada, se expropiarán empresas? Chile ya no va en este camino. Lo que sí el derecho de la propiedad no puede sobreponerse a un derecho humano como el acceso al agua.

Y diputado Kast usted está muy equivocado, no asuste a la gente. No se viene un período de inestabilidad. Los inversionistas no se han ido y no se irán. Porque Chile es un país serio. Lo que a la derecha más dura le duele es que con la eliminación del binominal en el nuevo Parlamento ya no podrán ejercer el veto o bloqueo a las reformas como lo han hecho hasta ahora.

Como ya he planteado anteriormente en este espacio, cada vez que se han logrado realizar cambios importantes, salen desde la derecha dura y de algunos gremios empresariales a vaticinar las siete plagas de Egipto. Por ejemplo, con la reforma tributaria, la derecha y los gremios vaticinaron que la clase media pagaría la reforma tributaria. Sin embargo, un informe reciente del Banco Mundial determinó que el 73% de lo que se recaude por esta reforma afectará al 0,1% de la población más rica de Chile.

Ahora, la presidenta ha planteado que la nueva Constitución podría ser aprobada por el nuevo Parlamento. ¿Por qué? Porque con el actual no están los votos necesarios. Además, que obligará durante el período de elecciones a los candidatos presidenciales y parlamentarios a manifestar su posición ante la nueva Constitución. Si bien solamente la Cámara de Diputados se renueva complemente, con la nueva conformación se espera que sea más representativo de la población. Por tal motivo se hace más que urgente la participación en el sufragio de la mayor cantidad de ciudadanos. Más que nunca tenemos que exigir a nuestras nuevas autoridades que se manifiesten claramente con sus posturas y además que cumplan.

Es necesario contar con una constitución democrática que nos permita hacer valer la opinión de la mayoría. Además, es necesario que esta constitución sea lo suficientemente flexible para evolucionar según los tiempos. Que nos permita crecer y progresar en democracia. Eliminando de una buena vez las trabas de la actual, que solamente favorecen a unos pocos.

La decisión de llegar a la nueva Constitución respetando la institucionalidad es una medida que ya dará estabilidad a los cambios a realizar. Será un cambio que tomará su tiempo, pero es necesario. Sin embargo, si se decide realizarlo rompiendo la institucionalidad estaríamos haciendo lo mismo que hizo Pinochet. No temamos a los cambios, los cambios son parte del crecimiento social y ya somos un país fuerte y estable. Ya no estamos para viejos amarres de la dictadura. Es más, nunca los hemos necesitado.

Link: http://goo.gl/KKEWtW

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