“¡Es el momento de una decisión política y ciudadana trascendente: Chile necesita una nueva Constitución!” Michelle Bachelet

Una Constitución nacida en democracia
La Constitución actual se creó en 1980 en tiempos de la dictadura. Es hora de tener una carta fundamental nacida en democracia y que sea producto de una discusión amplia y diversa y que recoja los cambios que Chile ha vivido en las últimas décadas.

Una Constitución que abra la democracia
Actualmente los procesos democráticos se ven frenados por trabas autoritarias. Queremos una Constitución sin cerrojos, que garantice el pleno ejercicio de nuestros derechos y deberes. Debemos ponerle fin al actual sistema binominal en el que salen electos candidatos con menor votación que otros que no llegan a la cámara. También es imperante modificar los altísimos quórums de aprobación de leyes.

Una Constitución que promueva la participación
Los ciudadanos son actores fundamentales en las transformaciones que nuestro pais necesita. Tenemos que dar herramientas y espacios a la ciudadanía para que pueda participar de la construcción de este gran proyecto colectivo. Necesitamos que la Constitución promueva la participación y la iniciativa ciudadana.

Voto a los chilenos en el exterior
Los chilenos estamos integrados al mundo, hoy tenemos estudiantes, profesionales y familias chilenas viviendo en otros países. Todos los chilenos, sin importar donde viven, deberían tener el derecho a decidir el camino que Chile tomará en el futuro. Queremos que la constitución reconozca el derecho de los chilenos a votar en el extranjero.

Participación de las mujeres en política
Las mujeres tiene un lugar central en el futuro político de Chile. Nosotras estamos llamadas a abrir nuevas formas de liderazgo y acción en la política nacional e internacional. Es por esto que necesitamos una Constitución que promueva la participación de las mujeres en la esfera política.

Una Constitución reconozca nuestra multiculturalidad
Chile es un país heterogéneo. En nuestro territorio conviven muchas culturas, con sus propias tradiciones, creencias, expresiones artísticas y miradas del mundo. Esta heterogeneidad es parte de la riqueza que tiene nuestro país. Es por esto que necesitamos una Constitución que reconozca nuestra multiculturalidad.

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