Claves para una #descentralización efectiva en #Chile

Durante la Conferencia de Puebla, Emilio Pineda, especialista en Temas Fiscales y Municipales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), abordó las claves para una descentralización fiscalmente responsable y efectiva en Chile”.

Chile país centralizado

“Chile es un país centralizado, incluso cuando se le compara con otros países unitarios, y es claramente centralizado al compararlo con otros países miembros de la OCDE”. Así lo expresó Emilio Pineda, especialista en Temas Fiscales y Municipales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su presentación “Claves para una descentralización fiscalmente responsable y efectiva en Chile”, en el marco de la Conferencia realizada en Puebla, México.

De acuerdo a lo abordado por el experto, los niveles regionales de gobierno en el país sudamericano son “entidades de facto del gobierno central: los líderes políticos de las regiones (Intendentes) son designados por el Presidente de la República, mientras que las responsabilidades del gasto de los Gobiernos Regionales son muy limitadas y no poseen fuentes propias de ingreso”, detalló.

De igual forma, indicó que los niveles locales de gobierno (municipalidades) tienen menos responsabilidades del gasto en comparación con sus pares de la OCDE, debido a que sus propias fuentes de ingresos están significantemente bajo lo que es el promedio de esta instancia internacional. Asimismo, añadió, “los municipios tienen una limitada autonomía para definir tasas de impuestos y bases tributarias”.

Según la exposición del especialista, la pregunta que ronda las discusiones sobre la descentralización en Chile apunta a cómo beneficiarse de este proceso, pero sin debilitar la responsabilidad fiscal. Al respecto, la experiencia internacional muestra que la principal razón detrás de la insostenibilidad de las políticas fiscales a nivel local es la presencia de la llamada “restricción presupuestaria blanda”, donde los gobiernos locales esperan ser rescatados financieramente por el gobierno central cuando piden préstamos o gastan excesivamente.

Sobre esto, Pineda detalló que algunas lecciones importantes aprendidas de la experiencia internacional que reducen el problema de restricciones presupuestarias y, al mismo tiempo, aumentan la efectividad de descentralización, son: la claridad de las nuevas responsabilidades; fuentes propias y robustas de ingreso; un sistema adecuado de transferencias intergubernamentales; y un marco de responsabilidad fiscal.

En cuanto a la claridad en las responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno, el especialista fue enfático en indicar que “es clave entender que el nivel de descentralización a lograr es una decisión netamente política”.

En relación a las transferencias intergubernamentales, Pineda manifestó que la cantidad total de estas debiera ser compatible con las responsabilidades de gasto de los gobiernos subnacionales, mientras que aquellas regiones con más necesidades y menos fuentes propias de ingresos debieran lograr más transferencias.

En ese punto, el experto del BID ejemplificó que “el actual Fondo Común Municipal en Chile aún adolece de importantes disparidades, considerando que los municipios con más recursos tienen hasta seis veces más ingresos que la mayoría”.

Abordando las fuentes propias de ingresos, Pineda indicó que estas han resultado ser cruciales en las capacidades de los gobiernos regionales para mejorar servicios públicos, puesto que establecen un eslabón fiscal entre los impuestos pagados regionalmente y los servicios proporcionados allí, que es justamente una de las principales promesas vinculada a la descentralización.

En torno al marco de responsabilidad fiscal, la exposición señaló que los gobiernos regionales debieran tener permitido pedir préstamos, pero solo si tienen fuentes propias de ingresos. Los mecanismos de regulación de esto serían tanto las reglas fiscales como el propio mercado.

Pineda se refirió al Fondo de Convergencia Regional chileno, pensado para garantizar recursos a los municipios, mencionando que, al respecto, “hay una gran preocupación en Chile, en torno a que una descentralización más profunda podría debilitar la admirable estabilidad fiscal y macroeconómica que ese país ha logrado durante últimas décadas”.

“Uno de los desafíos claves del desarrollo en Chile es la desigualdad entre sus diferentes regiones. La agenda de la actual Presidenta de la República, Michelle Bachelet, prevé la descentralización como un instrumento clave en reducir estas disparidades, por medio del aumento gradual de las responsabilidades de gasto en el nivel regional, trasladando más recursos y permitiendo la elección directa de Intendentes”, detalló.

El análisis realizado por Pineda es coincidente por el diagnóstico efectuado por Rimisp en el marco de su proyecto Nueva Agenda Regional (NAR), que entre otros ámbitos de desigualdad territorial, estudió el impacto del excesivo centralismo sobre la gran desigualdad existente en Chile, lo que merma las oportunidades de desarrollo y bienestar, las cuales siguen concentradas en unos pocos territorios. Esta situación, no solo afecta a quienes habitan en zonas rezagadas, sino que quita y dificulta oportunidades de desarrollo para el país en su conjunto, lo cual se traduce en una pérdida de la capacidad de crecimiento integral.

La conclusión de NAR fue que “Chile necesita, más que descentralización, un desarrollo con Cohesión Territorial”, un concepto impulsado por Rimisp y que hace referencia a que los habitantes de cualquier territorio, independiente de su ubicación, tengan similares oportunidades de desarrollo y siempre con niveles de bienestar por sobre los mínimos que como sociedad se consideren indispensables.

Link: http://goo.gl/IpYjQm

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