CARTA ABIERTA A GUACOLDA CATRILLANCA

Niña Mapuche de 7 años

Por Didier Gonzalez Astudillo

Guacolda Catrillanca, déjame pedirte perdón por toda la protección que como sociedad debiéramos haberte garantizado. Tienes la misma edad de mis nietos y sobrinos. No me puedo imaginar cómo a tus siete años hayas tenido que vivir tanto dolor.
Hermosa Flor del Ñielol, déjame enviarte un arrullo para de alguna forma poder secar una de tus lágrimas.
Déjame abrazarte, como he acurrucado a mis hijos cuando niños y aún hoy que son grandes.
Déjame curar las heridas de tu cuerpo y esas que te quedaràn en tu alma.
Déjame que te diga que soy parte de miles,que sentimos vergüenza por esos que te lastimaron, olvidando que fueron niños como tú,que tienen hijos como tú y que además olvidaron que tarde o temprano sufrirán el mismo dolor que a ti te causaron.
Déjame decirte mi pequeña Guacolda, que Jesús fue muy claro cuando advirtió «ay de aquel que le haga algo malo a un niño» porque a mí me lo hacen», además de declarar que de los niños es el reino de los cielos.
Déjame limpiar tu rostro altivo,el mismo de aquella guerrera del cual tomaron tu nombre.
Déjame decirte que no te culpo por esa rebeldía que has ido encubando desde tu infancia.
Has crecido en medio del terror,el asesinato y la cobardía de un Estado que debe protegerte al igual que a mis hijos y mis nietos y no lo ha hecho. Al contrario,te arrebató a tu Padre, golpea con saña a tu madre y persigue a tu abuelo y extermina a tu raza.
Déjame decirte Princesa Mapuche, que a pesar de todo, tienes derecho a soñar,aunque te hayan quitado tu derecho a jugar.
Déjame decirte que aunque pisoteen tu frágil cuerpo de niña,jamás podrán pisotear tu indomable alma luchadora.
Déjame decirte pequeña Guacolda, que cada vez que abrace a mis nietos,lo haré pensando en ti y en cuántos abrazos te debemos.
Hoy siento la misma rabia e impotencia que sentiría tu Padre si estuviera contigo.A los míos NADIE me los toca,y soy capaz de matar por ellos.
Te pido perdón niña Guacolda, porque somos culpables de haber elegido a unas bestias como autoridades.
¡Me averguenzan!
¡No me representan!
Te abrazo Guacolda
Te abrazo…
Déjame abrazarte..

7 comentarios en “CARTA ABIERTA A GUACOLDA CATRILLANCA

  1. Pero este texto no es de este señor Didier. Es de Minerva Castañeda. Feo lo de andar apropiándose de lo ajeno, más en un tema tan sensible como el de esta pequeña niña.

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  2. Ese texto no es de autoria de ese sujeto, es de una mujer mapuche (minerva Castañeda) ¿hasta cuando se van a seguir apropiando de nuestra cultura y nuestro pesar? Que asco.

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  3. Escribo desde Montreal-Canadá, y estamos en una campaña de denuncia contra el Estado chileno por las históricas y recientes violaciones a nuestro noble pueblo mapuche.
    Hemos redactado un comunicado y nos gustaría poder utilizar la imagen que precede esta sensible carta a Guacolda.
    Geraldo

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  4. ¿ No se les ocurre que al mantener en el suelo a la niña la están protegiendo de las balas de los delincuentes narcoterroristas ?
    En vez de un texto tan lirico pero inutil, y mal intencionado pídele a tus amigos narcoizquierdistas terroristas de Temocuicui que paren su actuar delictual. Y de paso a tus representantes izquierdistas oportunistas anárquicos que dejen de apoyar el narcoterrorismo en la Araucanía.
    El único error de las autoridades es no haber actuado con mano firme desde hace mucho tiempo.
    Porque haberle pedido a los gobiernos de izquierda que traten de frenar a sus asociados es inútil, todos ellos ganan con el narcoterrorismo.

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  5. «Déjame curar las heridas de tu cuerpo y esas que te quedaràn en tu alma.» …
    dice curar algo que permanecerá ?? No será muy imbécil la frase.

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