El primer ministro canadiense, Stephen Harper, disolvió la Cámara baja del Parlamento canadiense y convocó elecciones generales para el próximo 19 de octubre. De esta forma, el Partido Conservador iniciará una campaña electoral de 11 semanas, una de las más caras de la historia del país, centrada en aspectos económicos y de seguridad.
“La crisis de la deuda en Europa continúa, China atraviesa una importante recesión y la recuperación económica en Estados Unidos es más lenta de lo esperado. Estos hechos que tienen lugar en el extranjero están afectando a nuestro país”, dijo Harper.
Harper se reunió con el gobernador general, David Johnston, que ejerce como jefe de Estado en representación de la reina de Inglaterra, y le solicitó la disolución de la Cámara baja.
La convocatoria electoral llega después de que el Partido Conservador, en el poder desde 2006, haya perdido intención de voto, pudiendo perder la mayoría en el Parlamento.
Según los sondeos, el Nuevo Partido Democrático (NDP), que nunca ha gobernado el país, se sitúa ligeramente por delante de los conservadores, mientras que el Partido Liberal ocupa el tercer lugar.
La economía de Canadá se ha visto muy afectada por la caída de los precios del petróleo. Asimismo, el dólar canadiense ha perdido más del 20% de su valor con respecto al dólar estadounidense en dos años.
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