Por Cristián Molina

El narcotráfico ha infiltrado desde hace años la sociedad chilena, la política y los negocios, ha tomado bajo su control partes del territorio y desafía e incluso ha reemplazado al Estado en
ciertos lugares.

Chile comparte grandes fronteras con sus vecinos, y se ha transformado en un puente importante del tráfico internacional de narcóticos, principalmente hacia Europa. Las mafias locales tienen contactos con carteles de otros países, y el Estado de Chile parece haber perdido la iniciativa frente a ellos.

La PDI a través de la Brigada Antinarcóticos y Carabineros a través del OS7, se ven sobrepasadas en la magnitud de este flagelo, que no deja de extender sus ramificaciones,
poniendo en riesgo al estado, yendo hacia un posible Estado Fallido en amplias zonas del país.

En el contexto actual de refundación de las instituciones, nueva constitución y cambio de época, creemos que es necesario dotar al país de una organización a la altura de los tiempos y de estos desafíos.

Partimos de la base que la marihuana debe ser legalizada para ser encuadrada dentro de un
marco legal, regulatorio e impositivo, como manera de quitarle dicho mercado a las organizaciones criminales y liberar recursos para el combate de drogas más duras; modelo ya aplicado en países más desarrollados con éxito.

Nueva Agencia de Control de Narcóticos

Esta institución será una policía de cobertura nacional, especializada en el combate de las organizaciones
criminales ligadas al narco, en la prevención y la persecución criminal de este flagelo. Tendrá el
mismo estatus de la PDI, pero especializada.

Esta policía trabajará operativamente al interior del país, pero participará masivamente en misiones de inteligencia en el exterior, coordinada con otras policías extranjeras, entendiendo que es un combate internacional.

El trabajo de inteligencia será una de sus prioridades, y en esto tendrá las habilidades para infiltrar las organizaciones criminales, vigilarlas y documentarlas. Del mismo modo, dará soporte al Poder Judicial y Fiscalía en la persecución criminal de dichas organizaciones y sus miembros. Podrá realizar operaciones y arrestos como cualquier policía.

Integrar esta policía significará entrar a una policía de élite, altamente especializada y entrenada. Deberá contar con los recursos suficientes para actuar operativamente y mantener
una red de inteligencia suficiente para atacar efectivamente a las mafias. Obviamente, deberá coordinarse con la PDI y otras policías pero será independiente de ellas.

Para integrar sus filas, se llamará a concurso nacional a miembros de cualquier institución policíaca o armada del país. Con una carrera equivalente a 4 años o más, y un desarrollo sobresaliente de carrera de 5 años o más.

Por último, agregar también que tiene prohibido investigar o no tiene jurisdicción frente a delitos no relacionados directamente con nacrotráfico.